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jueves, 7 de febrero de 2013

Paramacay


 
El  Capitán Diego de Losada, dividió a su voluntad, el amplio territorio de la naciente colonia que más tarde llevaría el nombre de Venezuela. La "Encomienda" (en este caso es sinónimo de parcela territorial) más extensa hacía el oriente de la Nueva Villa (Caracas) fue adjudicada a Julián de Mendoza. Se alargaba desde Barlovento hasta el rico valle de los Guayabos (actual Catia la Mar).

Esta encomienda encerraba zonas mineras y agrícolas muy importantes (En Barlovento los caribes sembraban en sus conucos cacao. de allí que la región se convirtiese en haciendas cacaoteras que persisten en la actualidad), pero además guardaba en su seno la rebeldía de algunas tribus que no estaban sometidas. Por eso, en más de una oportunidad la "guarura"(1) guerrera, resonaba con altaneria en aquellas tierras.

En aquellos años, el indio que más prestigio tenía entre los aborígenes de la jurisdicción era Paramacay por su valor, su buen juicio y su ecuanimidad. Muchas veces resultó contradictorio en su caracter: Guerrero y pacifista, audaz y comedido, temerario y prudente...Se adaptaba al momento a las circurstancia de la ocasión. Nunca procedía por sistema. Si era atacado, se defendía con denuedo, pero si era ofrecido con la paz, sabía aceptarla con igual integridad. Jamás faltó a la palabra empeñada. Por ello algunas veces se le encontraba dedicado a las faenas de siembra y cosecha y en otras veces, las rojas plumas de su cabeza anunciaban la guerra...

El aventurero Garci-González había pactado con Paramacay seguridad y bienestar para los suyos, pero al serle entregada la encomienda a Julián de Mendoza, la nueva "política" echó por tierra los esfuerzo del primero.

Mendoza, estableció de manera arbitraria una ley llamada "Posesión de tierras y voluntades" sin tomar el principio de justicia que Garci-González había establecido previamente entre colonos y aborígenes. Esta ley hacía que todos los indígenas de la zona debían trabajar para él y los suyos, sometiéndoles a sus caprichos y desmanes. al tiempo que establecía inhumana condiciones en las indias menores de 20 años que pasaban inmediatamente al servicio de los encomenderos.  Las mayores atrocidades marcaron el inicio de la gestión de Mendoza en la nombrada encomienda. 


Paramacay no era hombre de sufrir tal absoluta sumisión. Pronto se puso en pie de guerra. Hizo saber a Mendoza que no aceptaría las condiciones impuestas ni vería con indiferencia los ultrajes a los que sometía  a su gente. La muerte era preferible a la condición de esclavo. A partr de entonces los encuentros guerreros fueron dirigidos con destreza por ambas partes, pero el éxito no se decantaba por ninguno de los 2 bandos.

Pero resultó que en una incursión de Paramacay en el cortijo de Mendoza, a pesar de los centínelas, raptó a la esposa de Mendoza, la andaluza Dolores Ruiz y sus hijos menores.  Un golpe terrible para un no menos terrible conquistador. Todos los esfuerzos para rescatarla, resultaron infructuosos. Se temió por la vida de la dama y sus hijos...Mendoza comenzó a flaquear y los indios comenzaron a tener ventajas...El apesadumbrado capitán no tenía aliento para combatir...

Llegó el día en que un mensajero indio, portador de bandera blanca, trajo noticias al campamento. Mendoza lo recibió. Habló el mensajero:

"El grande y noble Paramacay tiene a tu mujer y a tu hijos en su poder. Han sido cuidados y respetados con buena voluntad. El cacique está dispuesto a que cesen tus sufrimientos, si tu por tu parte evitas lo suyos, dejándoles trabajar en paz. El sabrá cumplir su palabra, pero tu debes cumplir la tuya..."

El pacto quedó firmado en el acto , regresando la dama andaluza con su esposo junto a sus hijos...La paz se selló en Los Guayabos.

Sin embargo, Mendoza supo bien sacar partido a todo esto. Luego de hacer salir a su familia del cortijo, emprendió una "guerra total" contra Paramacay. Arrasó las tierras de los indios y destruyó sus aldeas. Acabó con la vida de cerca de 3000 indios en 4 días...


No se sabe que sucedió con Paramacay. Se piensa que murió en esa guerra total, aunque no se identificó su cuerpo. 

La leyenda cuenta que Dolores Ruiz, la dama andaluza, que siempre tuvo palabras de afecto para aquel indio que la había tratado con respeto y cariño,  avisó a Paramacay sobre las acciones de Mendoza...Pero esto, quedo atrapado en la noche de los tiempos....


(1) En Venezuela, guarura o botuto, es el nombre que se le da al molusco más grande del mar caribe, que puede medir unos 45 cms y pesar 3 kgs. La concha de la guarura es utilizada para artesanias. En tiempos de la conquista, la concha erá usada por los aborígenes, para llamar a la guerra. Está en peligro de extinción. Es la concha que se ve en la última imagen.

Las  imágenes son de la red.


Hasta aquí puedo contar.

4 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

Esto fue lo malo que en muchas ocasiones no se respectaron los pactos establecidos, Paramacay gran hombre que supo defender sus derechos y los del pueblo.
Un abrazo

La Dame Masquée dijo...

Monsieur, esto me hace pensar que Mendoza tuvo muchos hijos, y que hoy España está poblada por sus descendientes. Mucha sangre Mendoza hay por aquí, con gente que cree que los demás deben trabajar para ellos y los someten a sus caprichos y desmanes.

Buenas noches, monsieur

Bisous

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Me atrevería a decir que el cacique, en su peor sentido, fue Mendoza y no Paramacay, todo un caballero.

Ambar dijo...

Un relato muy interesante.Que reacción más desproporcionada la de Mendoza.
Saludos

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