Guarauguta es un ejemplo de decisión y
perseverancia. Disciplinado, astuto, habilidoso...Había hecho un verdadero
culto de la causa de la defensa. Su fe en la victoria era constante, sincera y
definida. Siempre pensó que con disciplina, valor y conciencia de mando era
fácil obtener un triunfo total sobre las armas de los conquistadores. Era
calificado como el “personero” del gesto viril y decidido frente al invasor
ambicioso y despiadado. Su nombre era conocido en la amplitud de la costa, en
los bosques abruptos, en las cumbres de la serranía o en el poblado indígena
más lejano. Y no solo conocido, sino respetado. A su sola mención se movían
voluntades y adictos. Se tenía confianza en su pericia y empuje. Su entusiasmo
increíble y su conducta prudente. El nombre de Guarauguta llegaba como leyenda
incluso a las lejanas tierras Incas.
Guarauguta defendía las encrucijadas de Catia
(actual noroeste de Caracas), entonces un sitio de importancia estratégica,
tanto para indios, como para conquistadores. Una tierra que defendía desde
hacía muchos años, incluso antes de que Francisco Fajardo pasara por estos
parajes camino a El Collado. Siempre guerrero, realizaba viajes por su extenso
dominio, incitando a los demás jefes a permanecer alertas y decididos en sus
empeños marciales.
El momento histórico: Fajardo había pasado en
dirección poniente los territorios de Guarauguta, para enfrentar al Tirano
Aguirre, que iba camino de Barquisimeto (280 kms al oeste de Caracas). Desde
España, llegaban por Catia Diego García de Paredes y el General Gutiérrez de la
Peña, prestigiosos entonces por haber sometidos a los Cuicas, tribu del oeste
venezolano, no con poca batalla, rumbo a Borburata, no solo para enfrentar a
Aguirre, sino para acabar con la
resistencia india del centro de Venezuela.
Guarauguta seleccionó tropas, organizó “contactos”
e hizo acopio de flechas, macanas, y otros elementos de guerra. En poco tiempo
contaba con un ejercito numeroso y acondicionado.
Desde la Península, García de Paredes aportaba
armas de calidad y un contingente de infantes, más de 200 hombres le acompañan.
La noticia de la muerte de Aguirre, le hace cambiar de planes...Se queda más
tiempo en Catia. Le subyuga la idea de acabar con la resistencia india de la
zona.
Guarauguta observa. El conocimiento del área le
hace tener ventaja. Atacó por varios puntos a los españoles, concentrando sus
refuerzos en los flancos. En un principio, García pensó que solo con resistir
la acometida, bastaría, pero las horas pasaban y el empuje del ejercito indio
no remitía. Cargaba de frente, en un intento de envolver a los hispanos por la
retaguardia. La situación se mantuvo sin cambios durante las horas. Entrada la
noche, al ver que no se alteraba el rumbo de la batalla, Guarauguta decide
atacar con 20 hombres el campamento donde se encontraban los jefes y
enfrentarse con ellos.
La pelea es cuerpo a cuerpo, al ingresar en el
campamento. Se vio cara a cara con García de Paredes. Lucharon como si de un
torneo se tratara...La pelea se decantó por el cacique, que mató a García de
Paredes, el mismo que había destruido a los Cuicas de Trujillo
(Venezuela)...Los españoles huyeron, derrotados...
No hay otras noticias sobre Guarauguta salvo esta
crónica escrita por un misionero que acompañaba la expedición de García de
Paredes. Algunas referencias indican que era Catía (el cacique) y Guarauguta
eran el mismo. Es poco probable que el cacique enfrentara a Diego de Paredes,
porque no pudo desembarcar en Catia por unas fiebres de origen disentérico. Lo
más probable es que se haya enfrentado al segundo al mando.
De todas formas, estas historias, siempre se
pierden en la noche de los tiempos.
Hasta aquí puedo contar
Las imágenes son de la red.