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jueves, 20 de septiembre de 2012

ARAGUARE Y CUMACO

Muy pocos conquistadores tuvieron un concepto claro de la enorme responsabilidad contraída en los esfuerzos colonizadores en que España estaba empeñada. La "Ley de Indias", que fue concebida con humanidad y generosidad, con amplio sentido de misericordia y justicia, para contener los atropellos de los aventureros, poco lo hacía. Imperaba la fuerza, la ambición, el institnto bastardo, el gesto violeto y despiadado.
Diego de Losada, el fundador de la nueva villa (Caracas), es un ejemplo de estos conquistadores, pero aún sus desmanes, palidecen en cuanto a la crueldad de Diego Sánchez o del Tirano Aguirre...Incluso parecen buenas acciones frente a las realizadas por Francisco Carrizo, a la sazón Teniente Gobernador de la naciente provincia de Caracas...

Carrizo, se adentraba de vez en cuando, en la serranía contigua de la nueva villa (Caracas) con 4 tenebrosos forajidos (algunas referencias dicen que eran más). Asolaban pequeñas aldeas aborigenes de la zona, sobretodo una a la que llamaban "El Collado", donde cometían toda suerte de delitos: Desde sacrificios inútiles de indios sometidos, hasta la violación de las doncellas incautas que se aventuraban por sus "dominios".

Dos Caciques acaudillaban la zona que constantemente era diezmada por Carrizo. Araguare (que significa campo de palmeras, Chaguaramas como se dice en Venezuela) y Cumaco (tambor grande o gran tambor), con escasos medios, intentaban inútilmente contener la avalancha del ataque diario al que era sometida la comarca. Una y otra vez sus voluntades, una sola la de ambos, fue puesta a prueba por las huestes del Teniente Gobernador. 

Araguare y Cumaco eran amigos, casi hermanos. Un profundo afecto les unía en toda circunstancia. En el triunfo o en la derrota se les veía siempre junto. No existía identidad mayor.  Aficiones similares, ahnelos semejantes. Solo cambiaba el plumaje que adornaba sus cabezas: Araguare lo llevaba rojo, Cumaco, blanco.

Carrizo tenía conocimiento de aquella amistad. También conocía el denuedo de ambos y la generosidad para el vencido. En más de una ocasión los Caciques liberaron sin armas a los soldados que tomaban prisioneros en sus muchas batallas.

-Estos son más que "amigos"- Dijo Carrizo. Y esa aberración hay que extirparla...Encarguese de esto (Diego) Sánchez.

Durantes días siguieron a la pareja de Caciques. Vivían en un bohío alejado de la aldea. Pocas veces se les veía uno sin otro, sin embargo, en una de las habituales batallas contra los conquistadores, Cumaco actuó solo...Y fue hecho prisionero por los soldados españoles... 

Carrizo sintió que la moral india se rompería cuando expandió la noticia del apresamiento del Cacique. Se rumoreaba que a Cumaco se le cortarían las orejas y sería ahorcado...

Araguare inició una tregua y comenzó a negociar la liberación de su amigo. Ofrecía sumisión completa, acompañada de todo el oro y otras riquezas que disponían en la región. Carrizo se hacía el sordo.

-Esta aberración hay que acabarla. Dile eso a tu jefe -Espetó Carrizo al indio intermediario. En dos días ejecutaré la sentencia.

Y el día llegó. Amarrado en un poste, yacía desnudo, Cumaco, con la mirada perdida, sin expresión alguna. El ejecutor blandió su espada cuando un un soldado avisó en voz alta

- Araguare!!

Los soldados y Carrizo se volvieron hacía donde señalaba el soldado. Araguare se acercaba solo, sereno, tranquilo, seguro...

-Vengo a morir con él...nos cabe la misma suerte...

El gesto hubiese conmovido a cualquiera, pero Carrizo no era cualquiera. Se mofó de Araguare:

-Vienes a morir por tu "amigo"...Sé que son más que amigos...

Apresado ambos caciques, Carrizo cambió los planes...

Apresado entre varios soldados, Araguare es colocado frente a Cumaco. Carrizo ordena cortar "el miembro viril" de Cumaco. Le es cortado todo...incluso los testículos...

Araguare intentaba safarse de los soldados.  La sangre manaba del cuerpo de Cumaco...

Luego Carrizo ordenó el mismo procedimiento para Araguare...

Las últimas palabras que escuchó el Cacique fueron: "Los hombres no pueden estar con los hombres en el mismo lecho..."

Los últimos estudios sobre estos caciques han determinado que era casi segura su homosexualidad, un hecho silenciado por los historiadores, que refieren que ambos caciques mureron ahorcados y no desangrados por amputación de genitales. La presentación actual responde a la del Historiador español Juan Andrés Coix, quien era especialista en historia antigua americana. No he podido encontrar referencia de la obra de Coix en internet, obra que además es muy escasa (solo escribió 3 libros sobre americanismo) y me hubiese gustado scannear algunos fragmentos del libro donde extraje la entrada, pero las imagenes son pésimas debido a que la edición es de 1945 (no hay ediciones nuevas)

Las imágenes pertenecen a Pedro Centeno Vallenilla, pintor plástico venezolano que fueron tomadas de la red.


Hasta aquí puedo contar.

4 comentarios:

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Del cacique Cumaco creo haber leído algo más aquí, pero la historia de hoy y su final es de una brutalidad aterradora. Sólo cuando se prepara tan concienzudamente un tema, se logran resultados tan magníficos como los suyos hoy con este relato tan desconocido y de gran valor.
Un abrazo señor duque.

Diana de Méridor dijo...

Una historia conmovedora la que nos ofrece hoy de nuevo, y con el valor añadido de resultarnos tan desconocida. Agradezco mucho su esfuerzo de documentación, y esta labor nada fácil que ha emprendido.

Buenas noches

Bisous

Gary Rivera dijo...

WOW no me imaginaba ese desenlace , que interesante historia, una historia de amor poco común. Sin duda la barbarie era la moneda de aquellos tiempos. Muy buena entrada como siempre.

Katy dijo...

Me acuerdo perfectamente de estos dos caciques. Terrible y satánico por la crueldad de los hechos. También yo tenía entendido que murieron ahorcados.
Gracias por refrescarme la memoria.
Bss

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